lunes, 4 de marzo de 2013

¿Tomamos un café para entrar en calor?

A pesar de que no me puedo quejar del tiempo que ha hecho en Oslo desde que he llegado, de vez en cuando hace uno de esos días de frío polar que por mucho que te abrigues a la que llevas más de una hora a la intemperie sientes que, sobretodo, los pies y las manos empiezan a doler.


En esos momentos lo único que deseas es entrar en calor y que mejor forma que entrar en esa cafetería tan bonita que hay al otro lado de la calle.


Y es que las cafeterías de aquí son una pasada, extremadamente acogedoras. Hay cadenas como Baker Hansen que ofrece una variedad de panes con tan buena pinta que incitan a ser comprados. 

Y precisamente en una tienda Baker Hansen entré un día que paseaba por Majorstuen y empecé a congelarme. Aquel día estábamos a 15 grados bajo cero.

Solo quería tomarme una taza de té pero al ver que tenían chocolate caliente no pude evitar pedirme uno. Aquí el chocolate es cacao, no como el nuestro que hacemos para mojar los churros. Y mientras hacía cola para pedir, descubrí la selección de pastas Noruegas. Así que acabé con un tazón de chocolate y una mega pasta como los de la foto. Precio? Pues 78 dolorosas coronas (10,5 €) me tocó pagar. Y no digo "dolorosas" porque estuviera malo, realmente los productos están riquísimos pero al fin y al cabo no dejan de ser 10 euros por un cacao y una pasta!

Cuando ves que los noruegos paran cada mañana en la cadena Stockfleths a por un café, vuelve a pasar al mediodía a cogerse un bocadillo y otro café, y otra vez lo mismo de vuelta a casa te preguntas: si cada café les cuesta 35 coronas como mínimo (5 euros) cuanto dinero se están dejando al mes en cafés???? Y más inexplicable es cuando sabes que en la mayoría de oficinas e incluso en algunos transportes hay máquinas de café y selección de tes gratis!

Otros de los lugares agradables para entrar en calor es el restaurante de Frogenerseteren, una casa de madera preciosa con un toque vikingo. Es un lugar muy frecuentado por turistas que van a visitar la zona y siguen la típica ruta a pie entre el restaurante y el salto de esquí de Holmenkollen en verano. Pero también en invierno para las personas que practican el esquí nórdico o el descenso en trineos. Desde los ventanales de la segunda planta se puede disfrutar de una vista del fiordo de Oslo. Es totalmente recomendado sobretodo durante la puesta de sol.

Aquí un chocolate, mucho más pequeño que el de Baker Hansen y una pasta de frutos secos y pasas 82 coronas (11€).

Así que: ojo con el precio que hay que pagar para entrar en calor! Por suerte parece que ya llega la primavera. Hum... me pregunto cuánto costarán los helados :p

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