Flåm y Næroyfjorden

La última parada del viaje fue Flåm una población conocida sobretodo por su tren y el desnivel que cubre.

Llegamos a media tarde y queríamos aprovechar para hacer algo, así que nos informamos sobre cuándo era el ferry para visitar Næroyfjorden, uno fiordo que es patrimonio de la Unesco y famoso por ser muy estrecho. El punto más estrecho era de unos 280 metros aproximadamente. Que a mi me parecen muchos metros pero supongo que para un barco no lo son.

El ferry salía de Flåm e iba hacia Gudvangen. Teníamos la posibilidad de volver a Flåm por carretera pero la diferencia de precio era tan pequeña que cogimos billete de ida y vuelta en barco: 390 kr por persona (y 350 si volvías en autobús). Así que dos personas 780 kr... doloooor...

La experiencia de navegar por un fiordo fue bastante decepcionante. Si este era patrimonio de la Unesco ya no quiero visitar el resto de fiordos. El trayecto duró 2h de ida y otras 2h de vuelta. Un coñazo y una pérdida de tiempo y de dinero. Sin duda la vista de los fiordos es mucho más impresionante desde arriba.

Nos alojamos en el camping de Aurland una población a unos 5km de Flåm. Dos personas, tienda y coche 200 kr.

Al día siguiente nos levantamos temprano. Ya estábamos tan cansados de dormir en tienda durante 9 días que decidimos que ese día volveríamos a casa pero antes había que subir al famoso tren. 2 billetes de ida de Flåm a Myrdal 560kr.

Como he comentado antes el tren es famoso por su infraestructura. Flåm se encuentra a 2m de altitud y Myrdal a 800m. El tren cubre esta altitud en 20km. Por lo visto esto fue una gran obra de ingeniería en aquella época (no recuerdo que época era :p).El trayecto duró una hora. El paisaje era bonito y en un momento el tren se detiene para que los viajeros salgan y se hagan fotos con una cascada. Aún así me pareció todo demasiado turístico y artificial.

Lo que sí valió la pena fue lo que vino después. En Myrdal alquilamos unas bicicletas, por 240kr cada una y las usamos para volver a Flåm por el mismo valle por el que había subido el tren. Los dos primeros km son por un camino muy empinado y en muy malas condiciones así que me tuve que bajar de la bici en un par de ocasiones. Pero luego el camino se vuelve casi plano y muy agradable. Cruza una granja en la que puedes jugar con sus amistosas cabras y probar su queso. No tenían solamente geitost (el queso marrón noruego con sabor raro) sino también queso de cabra blanco. Nosotros pedimos una deliciosa tostada de queso fundido. Como íbamos parando para hacer fotos llegamos a Flåm en 2h. Los 20km eran de bajada y casi no era necesario ni pedalear.

Devolvimos las bicis en una de las casetas de Flåm y cogimos el coche para conducir de vuelta a Oslo pero no antes sin pasar por el túnel más largo del mundo, el túnel de Lærdal con sus 25km!!!