domingo, 21 de julio de 2013

Kjeragbolten

Ayer hicimos el ascenso al Kjeragbolten la roca esférica suspendida entre dos paredes. La "caminata" por llamarlo de alguna forma es de 5km de ida y 5km de vuelta y empieza en el restaurante panorámico que hay a 7,5 km de Lysebotn a unos 600metros de altura sobre el fiordo de Lysefjord. El aparcamiento cuesta 100kr (13€).





Para la subida necesitas buen calzado que no deje pasar el agua ya que, aunque no haya llovido los días anteriores, hay zonas embarradas.
No necesitas una gran resistencia física. Pero sí que es un poco frustrante ya que consiste en subir y bajar 3 montañitas. Encontraréis el desnivel en una de las fotos. Y en la mayor parte del camino necesitas ayudarte con las manos bien para cogerte a una cadena porque las rocas por donde bajas son lisas, bien porque necesitas escalar una roca.


Puede sonar difícil pero había gente con muy mala forma física, niños menores de 6 años y padres con el bebé en la mochila. No es extremadamente cansado, simplemente te pasas todo el rato en alerta.
Lo bueno es que entre montaña y montaña hay zonas planas con rios para poder descansar y recuperarte.
La bola se encuentra en la cima del Kjerag pero tocará andar unos 30 minutos desde que llegas a la cima hasta que encuentras la bolita. Y es fácil de encontrar porqué está llena de gente haciendo fotos.
Para el ascenso (3 subidas y 2 bajadas) necesitamos 3h con paradas incluidas.




Una vez allí cogimos una buena roca con vistas al fiordo y nos tomamos nuestra comida. Creo que las vistas del fiordo desde arriba superan con creces a las vistas desde el barco.
Una vez tuvimos el estómago lleno era hora de tomar la decisión: me subo en la bola para hacerme la foto típica o no... y al final mi decisión fue que no. Acceder a la bola no parecía complicado. Era solamente dar un paso de una roca a otra, sin saltar. Pero es un paso que no permite errores. No, no hay redes de protección más abajo. Así que le dejé el honor a mi marido que se tragó una cola de 30 minutos para poder hacerse la fotito.
Y una vez listos emprendimos la bajada. Aquí lo que se me hizo duro fue el calor que hizo ayer y sobretodo las rodillas. A pesar de que llevaba rodilleras y palos acabaron muy, muy doloridas.





Así que esta mañana me estaba preguntando si hoy sería capaz de subir el Preikestolen "El Púlpito" y creo que lo voy a intentar. A pesar de que he dormido fatal por el frío que hacía, no tengo las piernas resentidas. Mañana os cuento!


No hay comentarios:

Publicar un comentario